Texto y fotos: Abel Aparicio González.
Hoy es sábado, un sábado de verano y estoy viendo como siegan a “gudaño” y engavillan con el “focin”, lo curioso de esto es que estamos en el año 2011.
Ellos son Toño y Tina (71 y 78 años), dos hermanos de San Román de la Vega (León). Tienen una pequeña tierra donde no entran las cosechadoras y no quieren dejar de sembrarla.
Él va con el “cachapo” enganchado al cinto, con un poco de agua en su interior acompañado de hierba, para que al girar no se caiga el liquido, ya que así se afila mejor. Ella lleva dos hoces o “focines” para “engavillar”. Después de segar un buen trozo, él convierte en manojos las “gavillas” que ella estuvo haciendo. Las gavillas las ata con la “garañuela”, es decir, con el cereal que está segando. Una vez que tienen varios manojos, preparan “la morena” o se ponen a “amorenar”, es decir, hacen un montón de manojos, que son 16 ó 18, depende de si debajo se ponen 2 ó 4 manojos. Toda una lección de agricultura tradicional, que las instituciones deberían promover, por lo menos, para que la gente joven vea como se hacían antes las cosas.
Una vez finalizada la siega, Toño y Tina me enseñaron en su casa un porro de majar, “la maixa”, como se decía antes, me comenta. Me explicó, que la primera trilladora llegó a San Román en el año 1959, año en el que “lluvió” mucho y se acabo de meter el grano la última semana de Agosto. Para finalizar esta lección de historia, me enseñó donde tenían sus padres el “forno”, la “ferramienta”, el “fuso”, donde guardaban el rebaño concejil y donde estaba el “boquerón” para meter la hierba. En definitiva, una mañana en la que pude aprender como era la vida en mi pueblo hace unos años, en la que vi la vida de mis abuelos, una mañana, en la que disfruté de mis raíces.