En esta exposición se intenta demostrar que las dificultades de la Lingüística -o sus renuncias a favor de criterios sociológicos o políticos- para definir los conceptos de lengua y dialecto se deben a una alta de coherencia en la aplicación del principio de inmanencia glotológica. La dicotomía lengua /dialecto, entendida en su estricto valor glotológico, tiene utilidad taxonómica, en la clasificación de las maneras de hablar en conjuntos y subconjuntos; para ello ha de valerse exclusivamente de herramientas glotológicas, que son los rasgos lingüísticos o isoglosas. Por otro lado, lengua “conjunto” / dialecto “subconjunto” también constituye un fenómeno de naturaleza sociológica: en este caso son los hablantes (no los lingüistas) quienes hacen sus clasificaciones. Ambos planos, el glotológico y el sociológico, han de ser atendidos debidamente, pero sin mezclarlos. Son particularmente interesantes os casos en que el lingüista, glotológicamente, llega a constataciones diferentes de las que el hablante, sociológicamente, obtiene.